No es la primera vez que vemos un sistema de sonido que se aprovecha de una superficie plana para usarla como diafragma, pero hay que reconocerle a Franklin el punto por hacerlo con cierto estilo. El nuevo Roadie cuenta con tres módulos, el EVS-2000, EVS-3000 y EVS-4000, que por orden de aparición actúan como base central con entrada de audio de 3,5 mm, batería recargable con slot para tarjetas SD y el último de ecualizador. Como ya hemos dicho, no te sorprendas de que no funcione a la perfección en tus manos, ya que será necesario colocarlo sobre una mesa o el suelo (sí, a tus vecinos les va a encantar la idea) para que las notas musicales lleguen adecuadamente a tus oídos. El trío completo llegará a los comercios a modo de pack con una etiqueta de casi 100 dólares (74 euros), aunque si lo prefieres puedes comprar únicamente el dispositivo central y su batería por unos 50 y 80 dólares respectivamente (37 y 69 euros al cambio).
Via Engadget