Por Neil Corradine 28/03/2014
El crecimiento explosivo de los dispositivos móviles como los teléfonos inteligentes, tabletas, notebooks y computadoras ultraportátiles ha generado que las personas estén acostumbradas a ‘estar en línea’ en todo momento. La revolución de la tecnología móvil ha tenido un enorme impacto productivo en las actividades laborales de millones de profesionales.
Así las cosas, los usuarios de teléfonos celulares obtienen valiosa información productiva justo en la palma de sus manos; eso incluye actualizaciones de redes sociales, videoconferencias y acceso a la red corporativa y aplicaciones de oficina.
Cada vez más empresas están reconociendo este creciente desarrollo y su aplicación al entorno de trabajo al adoptar tecnologías como la mensajería instantánea y conferencias vía Internet para que los trabajadores colaboren entre sí, incluso desde la misma ubicación. Todas estas aplicaciones inspiran el deseo de tener acceso a Internet a través de dispositivos móviles en todo momento, especialmente en entornos laborales.
Sin embargo, administradores de TI se enfrentan al reto de remodelar los edificios e instalaciones de la empresa para ofrecer un entorno productivo e innovador sin perder la visión del crecimiento futuro y al mismo tiempo dando acceso a nuevos dispositivos inteligentes.
En la actualidad, algunos proveedores de Infraestructura Física Unificada han diseñado soluciones integrales que promueven arquitecturas de red física abierta y flexibles mediante tecnologías de cableado de zonas que facilitan la expansión futura del negocio y la implementación de nuevas soluciones de automatización inteligente en las redes y edificios. Estas soluciones permiten ampliar las opciones de arquitectura, dándole a los administradores de TI la posibilidad de diseñar su infraestructura física de red para que coincida con sus necesidades empresariales.
Es así como las empresas tiene dos opciones viables: In-Building Wireless o Wi-Fi. La primera es una tecnología que distribuye la señal de Internet móvil en todo el edificio, mientras que Wi-Fi distribuye acceso a internet mediante una línea fija del edificio -tal y como lo hace una línea T1- de forma inalámbrica a través de un punto de acceso. Las ventajas del Wi-Fi son mayores que las desventajas. El aspecto más crítico es que el costo total de propiedad es mucho menor que la tecnología In-Building Wireless. La Voz sobre IP (VoIP) es también otra aplicación clave que ayudará a resolver algunas de las limitaciones conocidas del Wi-Fi. Muy pronto, las personas serán capaces de realizar llamadas telefónicas desde su dispositivos móviles a través de Wi-Fi, lo que cambiará el panorama de la industria inalámbrica.
Sea cual fuere la tecnología inalámbrica implementada, es necesario que sea compatible con los estándares IEEE 802.11a/b/g/n/ac para evitar problemas de protocolo propietario en el espacio conectado. Además, las implementaciones inalámbricas pueden valerse de zonas de consolidación para ubicar allí los puntos de acceso inalámbrico, conocidos en inglés como Wireless Access Points (WAPs).
Finalmente, es recomendable que las tecnologías inalámbricas implementadas cumplan con varios estándares de la industria incluyendo el NIST FIPS- 200, HICPAC, HIPAA-NIST 800-66 y PCI. El incumplimiento de estas normas puede resultar en una pérdida de datos de los clientes tales como información de tarjetas de crédito, accesos no autorizados y en algunos casos, multas monetarias por las autoridades reguladoras.
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