Sony Ericsson Xperia Arc - Análisis

Por Hector Cruz 13 / 04 / 2011

Llega para sorprender a primera vista, y lo hace. El Xperia Arc se posiciona como el terminal número uno en el catálogo de Sony Ericsson, manteniendo eso sí, un mano a mano con el Xperia Play. Sabemos perfectamente que ambos modelos son muy diferentes entre sí, y casi no podríamos compararlos en igualdad de condiciones, aunque como veremos más adelante en este análisis, comparten más de lo esperado. ¿Qué tendrá este Arc que tan buenas sensaciones desprende? ¿Estamos ante un futuro éxito de ventas? Sigue leyendo y encontrarás la respuesta.


A nivel estético hay un detalle fundamental que diferencia el Xperia Arc de cualquier teléfono del mercado. Hablamos de sus 8,7 milímetros de mínimo grosor (el punto más delgado se encuentra en el centro del teléfono); una medida difícil de asimilar, ya que cuesta creer que en ese espacio se escondan componentes como una batería de 1.500 mAh, la pantalla y toda su circuitería. Aún así, esa ventaja prácticamente no es apreciable en la mano, ya que la posición natural del agarre (forma cóncava) no ayuda a ello (podríamos decir que hasta resulta incómoda), dejando únicamente la sensación de terminal ultradelgado para el momento de guardarlo en el bolsillo. Evidentemente no es el primer terminal que ofrece estas impresiones - el Galaxy S y el iPhone 4, por ejemplo, resultan bastante planos en su zona trasera-, pero es la extrema delgadez unido a su curvatura lo que produce esa incomodidad al sujetarlo.



Reduce el grosor, pero no el tamaño de su pantalla, y es que una espectacular LCD con retroiluminación LED de 4,2 pulgadas ofrece una resolución de 480 x 854 píxeles que deja atónito a cualquiera nada más encender el teléfono. Ahí entra en juego la tecnología Bravia Engine, presente a la hora de reproducir imágenes y vídeos en el terminal y con la que se consigue mejorar aspectos como el contraste, brillo y ajuste de colores. Pero ya hablaremos más adelante de ella.

En cuanto al cerebro, nos encontramos con el mismo Qualcomm MSM8255 de 1 GHz y la GPU Adreno 205 que tenemos en el Xperia Play, una pareja que dará muy buenos resultados en las pruebas y que, como podrás imaginar, dejan al mismo nivel a dos terminales muy diferentes en cuestión de mercado. Tanto en la prueba de Neo Core como en la de Quadrant, los dos teléfonos han alcanzado valores bastante parecidos, por no decir idénticos, destacando entre otros terminales del mercado. No hemos notado ninguna mejora al desactivar el Bravia Engine, así que podríamos decir que la activación de este sistema de optimización de la imagen no afectará el rendimiento en juegos y reproducción de contenidos multimedia en ningún momento. Ni que decir tiene que cualquier tipo de juego funciona a la perfección, pero teniendo en cuenta que estamos ante un terminal completamente táctil, el aspecto jugable se queda algo limitado, aunque claro, seguramente tengamos esa impresión porque estamos muy mal acostumbrados.

Si nos pasamos a los botones, encontramos sólo tres de los cuatro que forman la clásica botonera androide, ya que el de "buscar" ha pasado a mejor vida. Dicha función no se echa en falta en ningún momento, ganando así el resto de botones, tamaño y facilidad de pulsación. El click resultante es cómodo y preciso, aunque andan escasos de iluminación ya que sólo aparecen dos pequeños leds que iluminan simplemente la división entre botones y que de poco nos sirven en la oscuridad total. Un detalle más que indica cómo Sony Ericsson se ha enfocado en el diseño en lugar de la propia funcionalidad.

A niveles generales el teléfono llega muy bien acompañado de conexiones como claramente refleja la salida mini HDMI, la de auriculares, el puerto micro USB para conexión con el cargador y el PC, aunque si nos referimos a otro tipo de componentes, además del sensor de proximidad para apagar la pantalla, el segundo micrófono de cancelación de ruidos y la cámara de 8 megapíxeles con flash, le faltaría una cámara frontal con la que poder exprimir las llamadas de videoconferencia.


Y para terminar este repaso exterior no podíamos dejar pasar el acabado y la calidad de construcción, muy buena a simple vista, pero que tras el día a día podríamos dejarla en "buena" a secas. La razón no es otra que el material usado para su construcción, que vuelve a ser plástico como en toda la gama Xperia, y del que pensamos que no se trata del más acorde para un teléfono de estas capacidades. Este tipo de carcasas conllevan dos problemas bastante comunes como son la apertura de la tapadera trasera, que se hace extremadamente aparatosa y peligra en cada extracción de la SIM/tarjeta microSD; y un crujido bastante característico que aparece al agarrar el terminal con un poco más de firmeza de la cuenta. Tampoco lo arregla el bisel cromado que rodea el teléfono y acentúa sus líneas curvadas, ya que pensamos que será la primera zona afectada de los golpes provocados con las caídas. Pero aún con todo esto, el Xperia Arc es un teléfono que se vende a sí mismo, ya que llama mucho la atención y resulta elegante a la vista.


Además del cuidado diseño exterior, otro de los puntos más fuertes del terminal se centra en su pantalla de 4,2 pulgadas, un panel de 854 x 480 píxeles que responde al nombre de Reality Display, y que a la hora de reproducir vídeos o revisar fotografías sorprende con su definición y colores gracias a la tecnología Bravia Engine (encargada de ajustar los colores, ruido y contraste según la imagen mostrada en pantalla). Aún así, debemos de aclarar que este motor no está presente ni en la interfaz ni en el navegador, así que la mejora de reproducción no afectará en ningún momento a la transición de los menús o la visualización de una página web. En el siguiente vídeo oficial podrás ver el funcionamiento del Bravia Engine.


Otro punto del que no podíamos pasar son los ángulos de visión, que no afectan a la percepción general de la imagen pero que sí reducen los colores, perdiendo contraste e intensidad en los tonos grises. Esto lo podemos apreciar tanto de lado a lado como de arriba a abajo, cosa que no pasa por ejemplo en el iPhone 4, tal y como podrás ver en el vídeo que tienes a continuación. De todas formas, la calidad de la pantalla es excelente y su rendimiento a plena luz del Sol es muy bueno.






Teniendo en cuenta el repaso que le hicimos al software del Xperia Play, no hay mucho que destacar en este Arc, ya que comparten misma interfaz camuflada de Sony Ericsson -muy bien equilibrada a nuestro parecer, todo hay que decirlo-, además de Gingerbread 2.3.1 de Android, última versión del sistema operativo que nos evitará dolores de cabeza durante algún tiempo. Quizás, un aspecto que debemos de destacar es el software incluido para la aplicación cámara, pero eso lo explicaremos en otro apartado.





Sensor de 8 megapíxeles Exmor R con Flash LED. Su carta de presentación no deja lugar a dudas de que estamos antes una cámara muy capaz que regalará grandes resultados, incluso podríamos decir suficientes para prescindir de la pequeña compacta, y es que no hay modo que se le resista. Gran culpa de ello la tiene el software tan completo que Sony Ericsson ha incorporado en el sistema, donde la aplicación Cámara llega mucho más lejos que la estándar de Android, permitiendo, entre otras cosas, seleccionar tipos de medición, modos de enfoque, estabilización de imagen, etc.; aunque aquellos que no estén demasiado familiarizados con el tema fotográfico siempre podrán optar por el modo automático. La incorporación de un software tan detallado es un claro ejemplo de la gran apuesta por la cámara, y la confianza depositada en el sensor Exmor R.



A la hora de revisar los resultados podemos ver imágenes sin problemas con el ruido y con enfoque correcto (gran trabajo del Exmor R), sin embargo, hay un detalle en el procesado final de la captura que llama la atención, y ahí es donde encontramos el Bravia Engine. En algunas ocasiones el tratado de las imágenes satura demasiado los colores, obteniendo resultados un tanto artificiales, mientras que en otras, se consiguen imágenes con múltiples exposiciones que no se podrían alcanzar con Bravia Engine desactivado. Para que te hagas una idea, estas últimas tomas se pueden comparar perfectamente con la opción HDR del iPhone 4. De este modo podemos decir que Bravia Engine es efectivo y en su mayor parte útil, pero nos hubiera gustado que su activación estuviera entre las opciones de la cámara y no en los ajustes generales del teléfono (debemos de cerrar la aplicación y entrar en ajustes de pantalla).



A la hora de grabar vídeos, ya sea en 720p o en cualquier calidad inferior, la primera impresión que tenemos sobre la previsualización de la pantalla es que el sensor Exmor R está trabajando como debe. En zonas de poca luminosidad, exprime al máximo la imagen, permitiendo ver zonas oscuras con mayor claridad que la conseguida por otros teléfonos. Sin embargo, a la hora de revisar la grabación, notamos demasiada compresión en los archivos, provocado quizás por el filtro del motor Bravia, que parchea demasiado la imagen y nos hace perder definición.








La autonomía de su batería de 1.500 mAh se ve rápidamente afectada por la gran pantalla de 4,2 pulgadas; tras un día de uso con llamadas, pruebas de fotos, música y algún que otro juego, el terminal decidió irse felizmente a descansar tras completar la jornada. Sin embargo, al mantener el teléfono en la mesa recibiendo correos con push y con la pantalla apagada (es decir, dejándolo abandonado), el pitido de falta de batería no aparece hasta pasados 3 días. Para ser exactos, el teléfono "murió" a los 3 días y 40 minutos.

De esta forma podemos ver como la batería podría ayudarnos en días más largos de lo normal (con sus respectivas noches) siempre y cuando cuidemos el uso de la pantalla. Algo nos dice que bajando el brillo de la misma podríamos conseguir cifras bastante interesantes.



El Xperia Arc es un teléfono muy completo. No es perfecto, pero ha sabido corregir los numerosos errores de su predecesor, el Xperia X10, terminal del que inevitablemente llega como descendiente. Líneas curvadas, atrevidas y un grosor de vértigo son sus principales armas, aunque otros de los detalles que no se pueden escapar son su cámara y la gran pantalla de 4,2 pulgadas. De la primera esperábamos algo más, ya que los resultados son bastante atractivos desde la propia pantalla del teléfono, ya sean vídeos o fotos, pero a la hora de la verdad (recortes al 100% en el ordenador), apreciamos cierta pérdida de nitidez provocada por el excesivo toque Bravia. En cuanto a la pantalla, podríamos decir que su rendimiento es excelente, teniendo en cuenta que estamos ante un LCD en lugar de un AMOLED, sin embargo los escasos ángulos de visión que ofrece restan protagonismo a esa explosión de luz y color que rompe a primera vista. Aún así, cierran un conjunto muy eficiente que lo sitúan en la lista de terminales de gama alta.

En líneas generales Sony Ericsson ha sabido crear un teléfono completo para todo tipo de mercados, ya que gustará a aquellos que vayan buscando simplemente diseño, a los que les interese un hardware competente o aquellos que quieran opciones multimedia con grabación a 720p. Estamos convencidos de que tiene lo necesario para convertirse en un éxito.

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