Sony Ericsson Xperia Play - Análisis

Por Robert Connection 29 / 03 / 2011

Tenemos con nosotros el teléfono más jugón del mercado. No es una opinión, es un hecho. El Xperia Play llega para demostrar que para jugar de verdad hacen falta controles, y Sony Ericsson los ha integrado muy bien, del mismo modo que hizo Sony con su PSPgo. Pero... ¿tiene este Xperia Play poder suficiente para guardar en el cajón a la portátil de PlayStation? Eso es justo lo que vamos a intentar averiguar en este análisis punto por punto, así que prepárate y dale al Play.



Como bien apuntamos, el Xperia Play se caracteriza por la incorporación de un pad de control deslizable que ofrece cruceta digital, dos zonas táctiles a modo de pads analógicos, la clásica botonera de acción, la pareja de gatillos y los botones de Start y Select; todo un despliegue físico que poco tiene que ver con las actuales pantallas táctiles; ya sabes, esas que lanzan con tirachinas pájaros de colores tras un simple pellizco. 







Sin embargo, detrás de toda esa imagen llamativa, con logo de PlayStation Certified incluido, nos encontramos con un teléfono de características actuales al que se le ha añadido la famosa bandeja deslizable. Y es que en su interior no encontramos nada que no veamos en otros modelos del mercado (véase Arc) como su procesador ARMv7 de 1 GHz, GPU Qualcomm Adreno 205, 400 MB de RAM, 380 MB de ROM, pantalla de 4 pulgadas con resolución de 854 x 480 píxeles, ranura para tarjetas microSD (hasta 32 GB) y una batería de 1.500 mAh. ¿Hay algún problema con esto? Absolutamente ninguno, pero ya deberías de ir captando por dónde van los tiros. 



En la parte inferior se han incluido los cuatro botones de Android, el de Atrás, Inicio, Menú contextual y Búsqueda, y a los lados tenemos el control de volumen, los gatillos L y R, salida para auriculares y el puerto microUSB. En cuanto al pad, es idéntico al de la PSPgo, aunque se han reducido milimétricamente sus dimensiones y los botones ahora sobresalen menos, sin embargo, gana en solidez a la hora de pulsar, ya que podemos sentir el click final. Un aumento de tamaño no hubiera venido nada mal, aunque evidentemente significaría mayor pantalla (cosa estupenda) y, por consiguiente, mayor tamaño del terminal. ¿Lo preferirías?

La pantalla resulta perfecta para jugar con sus 4 pulgadas, sin embargo, hemos podido ver que el brillo mostrado resulta escaso comparado con otros modelos como los iPhone 4Xperia Arc y Galaxy S. El motivo parece ser un supuesto error en el control de brillo automático. Como ya sabrás, el terminal incluye un sensor para ajustar el brillo de la pantalla de forma automática, pero lamentablemente no existe ningún apartado en el que podamos desactivarlo. Y decimos desactivarlo porque efectivamente está funcionando, así que hemos tenido que hacer un pequeño truco para comprobar si verdaderamente nos estaba fastidiando (simplemente forzamos el sensor con una linterna LED).









Una vez solventado el problema del brillo, hemos realizado una pequeña comparativa de pantallas con el Galaxy S y el Xperia Arc utilizando el mismo software. El Arc se proclama ganador absoluto con su brillo y fiabilidad de colores potenciada con el Bravia Engine, aunque no podemos dejar de lado la del Play, ya que comparándola con el Galaxy S, respeta muy bien los colores (el de Samsung tira demasiado hacia azules) y su densidad de píxeles es superior.







La versión de Android instalada no es otra que Gingerbread 2.3.2, ofrece 5 escritorios y viene acompañada, cómo no, de ligeros toques con sabor a Sony Ericsson. Nos referimos a TimeScape, presente de manera mucho más light respecto al X10, y que se encarga de controlar nuestros perfiles sociales de Facebook y Twitter. Además, SE ha incluido la posibilidad de crear carpetas de aplicaciones (estilo iOS) con las que poder crear grupos en el escritorio según nos parezca.






El punto fuerte evidentemente lo pone los catálogos de juegos, divididos en dos secciones: Xperia Play y PlayStation Pocket. Para que lo entiendas rápidamente te diremos que el primero se encarga de organizar las descargas/compras del Android Market, mientras que el segundo lo hará con aquellas realizadas en la futura PlayStation Suite. Actualmente los juegos preparados para el Xperia Play aparecen en la Android Market tras realizar la búsqueda "Xperia Play Optimized" (son juegos ya existentes al que le han incluido los ajustes correspondientes, por lo que igualmente podrías instalarlos en otro terminal diferente al Xperia Play), mientras que PlayStation Pocket llega con un solitario Crash Bandicoot de PSOne instalado de serie que se verá acompañado con el extenso catálogo de la primera consola de Sony. 







De esta forma tenemos dos opciones a la hora de jugar, optar por los juegos a pantalla completa del Android Market o jugar a los clásicos de PSOne en el PlayStation Pocket. A día de hoy ya comienzan a aparecer los primeros juegos optimizados para el Xperia Play, como por ejemplo Raging Thunder 2 y Guitar Hero 6, cuyas últimas versiones se han actualizado con la etiqueta "Xperia Play Optimized".







La primera reacción de una persona al ver el Xperia Play suele ser la siguiente: "¡Es una PSPgo!". Y tiene mucha razón, salvando las diferencias, claro. Es evidente que Sony Ericsson se ha inspirado en la PSPgo para crear el llamado PSPhone, y para ello sólo hay que echar un vistazo a ambos productos juntos. El Xperia Play llega mejorando aspectos como su pantalla, que alcanza las 4 pulgadas frente a las 3,8 de la PSPgo, y reduciendo aún así dimensiones en la anchura y la altura, más compactas pero manteniendo el mismo grosor. 


Y ya que estamos hablando del grosor, centrémonos en este punto. El Xperia Play no es un teléfono delgado, eso está claro. De primeras choca por su grosor, unas dimensiones de 16 mm que ya creíamos haber olvidado en estos tiempos que corren. Lo cierto es que mide exactamente lo mismo que una PSPgo, pero viendo el panorama que le rodea es inevitable pensar si Sony Ericsson pudo hacer algo más en este aspecto. Posiblemente sea así por abaratar costes, por mejorar el agarre a la hora de jugar, o porque simplemente ha sido imposible reducirlo más, pero lo cierto es que tras ver de reojo el Xperia Arc algo más delgado sí que se antoja. Sabemos que no es una lucha en igualdad de condiciones, pero nos ha resultado imposible compararlos con otros teléfonos del mercado:




El sensor incluido en la cámara del Xperia Play es de 5 megapíxeles, una resolución más que suficiente para un teléfono móvil, pero que lamentablemente no nos ha sorprendido con los resultados obtenidos. El problema de ello lo tiene la interfaz que le acompaña, ya que se trata de la básica de Android que no nos permite ningún tipo de ajuste avanzado como el tipo de medición, flash de relleno y otros modos avanzados como disparo por toque en pantalla, selección de enfoque o detección de sonrisas. ¡Tampoco permite disparar con los gatillos!



La simplicidad de la interfaz llega hasta tal punto que el disparador llega a resultar incómodo, e incluso los avisos de enfoque (las esquinas se muestran rojas o verdes según si hemos enfocado correctamente o no) resultan confusos, no orientándonos correctamente en cómo conseguir buenos resultados. Por lo tanto estamos ante una característica muy mal aprovechada, que casi podríamos decir que el fabricante ha dejado en el olvido y ha preferido presentar directamente con lo que viene de serie en el sistema operativo. Digamos que las fotos cumplen, pero con el adjetivo "cámara de móvil", y no con el de ninguna de esas cámaras que ya podemos encontrar en el mercado y que lo hacen tan bien. También hemos observado que en la mayoría de casos el uso de flash es casi obligatorio, ya que la foto gana mucho en colores y contraste.





En lo que a vídeo se refiere lamentablemente tampoco podemos decir mucho a su favor. La resolución máxima permitida es de 800 x 480 píxeles, ideal para su reproducción en la pantalla del teléfono (854 x 480 píxeles), pero que olvida por completo cualquier acercamiento a la alta definición. Una pena, ya que de alguna forma podría haber arreglado la situación con el tema de la fotografía, pero finalmente debemos de decir que la cámara suspende en todos los aspectos, al menos para alguien que quiera un mínimo de calidad en las fotos. A continuación tienes dos vídeos grabados con el terminal en unas condiciones en las que poder evaluarlo (nada de días soleados).
















Hemos querido enfocar nuestra prueba de autonomía desde dos puntos de vista: un perfil de jugador ocasional que aprovecha pequeños momentos del día para jugar una partida y otro perfil que prefiere pegarse más horas frente a las 4 pulgadas. 



El primero de ellos ha consumido un total de 90 minutos de juego en periodos de 30 minutos. Es decir, ha jugado 3 veces en el día, y el resto ha mantenido el teléfono encendido, con 3G y WiFi activado, ha realizado un total de 25 fotos y dos vídeos, ha recibido un par de llamadas de teléfono y ha descargado una demo de 85 megas del Android Market a través de WiFi. La batería llegó al 3% tras 11 horas y 45 minutos de uso. 



Por otro lado, el perfil jugón se dedicó a probar todo y cada uno de los juegos incluidos en el terminal, pasando de la emulación de PSOne a los juegos optimizados de Android continuamente, siempre con el 3G encendido, que para algo es un teléfono. Tras dos horas de juego la batería se encontraba en torno al 30%, estuvimos unos 40 minutos instalando emuladores desde la Android Market (y pasando archivos a través de USB) y finalmente acabó muriendo tras pasar casi tres horas en espera dentro de nuestro bolsillo. Según el registro del propio teléfono, pasaron 5 horas y 59 minutos desde que desconectamos el teléfono de la corriente hasta que acabó apagándose por completo.



En resumen, jugar acorta sensiblemente la autonomía del terminal, y aunque podríamos cubrir una jornada sin problemas echando alguna partida corta, habría que conectar el teléfono directamente al enchufe nada más llegar a casa. Estas mediciones podrían variar un poco a mejor si cuidamos los malos hábitos, como son dejar el WiFi encendido, brillo al máximo en todo momento y en casos extremos, apagar el 3G. Pero entonces, ¿qué tipo de teléfono tendríamos?







Tal y como podrás ver en los vídeos que vienen a continuación el trabajo realizado por Sony Ericsson es impecable. El teléfono viene preparado a la perfección para jugar a cualquier título del Android Market que, como veremos más adelante en uno de los vídeos, se verá renovado con la etiqueta "Xperia Play Optimized". La respuesta del pad en los títulos probados es perfecta y efectiva, aunque volvemos a puntualizar que nos resulta un poco pequeño para nuestras manos, notando alguna que otra molestia en momentos de tensión (partidos perdiendo por un gol, precipicios imposibles, peleas con la vida al mínimo, etcétera). Los botones tienen una altura menor que los de la PSPgo, pero no por ello pierden eficacia en la pulsación, ya que son más rígidos y hacen muy bien el click (nos gusta bastante ese tacto semirrígido). La utilización de las dos aplicaciones, Xperia Play y PlayStation Pocket, resulta útil, pero con una nos bastaría. Suponemos que será por temas de distintas licencias, o porque simplemente, aunque suene extraño, son "plataformas distintas", pero un simple filtro o diferentes pestañas habrían bastado para separarlos.



PlayStation Pocket funciona de maravilla. Los juegos aparecen como aplicaciones instaladas en la carpeta del sistema, así que se podrás gestionar fácilmente una vez que empecemos con las descargas desde la PS Suite. De momento el único título probado, Crash Bandicoot, no sólo parece cumplir las expectativas sino que también las supera, ya que como podrás ver más adelante, el juego llega muy bien optimizado y con una resolución mejorada con la que aprovechar la pantalla del teléfono. Un 10 para PlayStation Pocket.







Además, aprovechando el controlador hemos instalado un par de emuladores con los que exprimir aún más las posibilidades de Android, y el resultado ha sido espectacular. Tanto el de Super Nintendo como el propio de PSX funcionan perfectamente con el pad integrado, aunque como podrás ver a continuación, la segunda aplicación no resulta a ser tan buena como pensábamos. Echa un vistazo al vídeo y compruébalo tú mismo.







En definitiva la experiencia de juego es muy buena, pero como ya hemos mencionado anteriormente, la batería es un hándicap muy importante a tener en cuenta. Esto probablemente determine la compra de muchos, ya que por el precio del terminal (recordamos que probablemente tengas que atarte a un contrato con una operadora), puedas hacerte con una NGP a finales de año, la cual ofrecerá mejores juegos y mayores prestaciones. Si por el contrario necesitas un teléfono y no tienes consola portátil, está claro que el Xperia Play es tu terminal, ya que además del inmenso catálogo de juegos, la posibilidad de instalar emuladores completamente jugables es un gran punto a favor.



A continuación te dejamos con una galería en la que poder ver las diferencias de la versión de Crash Bandicoot incluida en el Xperia Play (versión optimizada) y la versión del emulador de PSX (en primer lugar en la galería). Sentimos la calidad de las imágenes (están en blanco y negro), pero al parecer existe un problema entre los terminales Sony Ericsson Xperia Arc y Play a la hora de realizar los pantallazos con el SDK de Android. Esperamos que al menos que te sirvan de referencia.








En el caso de que su pantalla fuera la mejor del mercado, su cámara la de más megapíxeles del mundo y el procesador el más rápido jamás creado, el Xperia Play seguiría atrayendo por su controlador PlayStation integrado. ¿Por qué? Por una sencilla razón. Estamos en un momento en el que la centralización de dispositivos se está encaminando hacia los teléfonos móviles, y a día de hoy podemos decir que el MP3 y la cámara de fotos están más que integrados en estos dispositivos (y casi sustituidos). Ahora es el turno de los juegos, o eso parece que es lo que intentan los fabricantes, y aunque Apple, Microsoft y Android se lo están pasando de muerte vendiendo miles de títulos en sus tiendas virtuales, lo cierto es que el Xperia Play viene para dar un golpe en la mesa y aclarar qué es lo que hace falta para jugar en un teléfono. Y no es otra cosa que botones.



Inicias Crash Bandicoot y ya lo notas. Las pantallas se hacen esperar, y el crujido del Start ya te da vidilla mientras pulsas una y otra vez el botón con la idea de llegar al menú principal cuanto antes. Una vez en el juego, olvidas la joya de terminal que tienes en tus manos y presionas enérgicamente las flechas de control para no precipitarte por el barranco. Lo sientes y lo notas, es físico, y eso, creemos, es el principal atractivo de este teléfono para jugones. El mejor ejemplo lo encontramos con su hermano el Xperia Play, que tiene mismo procesador, misma GPU y mayor (y mejor) pantalla. ¿Jugarías en el Xperia Arc con su teclado virtual?



No es el PSP Phone, es el Xperia Play. Eso es lo que desde el primer momento Sony Ericsson nos quiere dejar claro, que estamos ante un teléfono preparado para el juego, un androide con certificación PlayStation como dicen en su web. Esto no quiere decir que sea mal terminal, al contrario, se trata de un modelo muy atractivo enfocado especialmente a aquellos que dedican tiempo a juegos para móviles.A partir de ahora el Android Market se llenará de títulos con mayor jugabilidad, posible gracias a la facilidad de control que brinda el pad integrado. Esa es la principal baza del Xperia Play. En el ring jamás desbancaría a una PSPgo, mucho menos a la NGP, que ya asoma la patita, pero en lo que al mercado de teléfonos se refiere, no existe ningún terminal que pueda competir en juegos con el Xperia Play. Y sí, sabemos que existen teléfonos con mejor cámara o mejor pantalla, pero ninguno con las capacidades jugables de éste. Así que, ¿listo para donar tus pulgares al androide?

Via Engadget

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