Parece que en Harvard no se contentaron con hacer las moscas robóticas, y han seguido trabajando en la miniaturización de máquinas hasta el nivel de la nanoescala. Una cadena de ADN de un nanómetro de ancho es el centro de la última investigación de la universidad, que marca ya el camino que se podrá utilizar para crear "estructuras pretensadas de tensegridad tridimensional", ahí es nada. Este estudio podría desembocar en nanodispositivos autoensamblados para facilitar la administración de fármacos dirigidos directamente a las células enfermas, e incluso la reprogramación de células madre humanas. Esto podría servir para formar tejido óseo o regenerar neuronas para aumentar nuestra CPU craneal. Sí, todo esto asusta un poco pero, ¿no sería alucinante ir en el futuro al médico a inyectarnos nuestras propia dosis de nanotransformers en vena?
Via Engadget
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si tienes algún aporte, duda o comentario sobre este post dínoslo en los comentarios.