Últimamente los picoproyectores están por todos lados. Levantas una piedra y te sale un teléfono adaptado, una cámara de vídeo especial o incluso un modelo con Windows CE incluido. El último en sumarse al pelotón es el Sparkz, una base compatible con reproductores y teléfonos Apple, amén de cualquier fuente con puerto VGA o de vídeo compuesto. Su picoproyector integrado puede mostrar imágenes de hasta 60 pulgadas a 640x480 píxeles, y para que no quejes viene, con sus propios altavoces y hasta un trípode "de regalo". Con comillas extra-grandes, porque el invento sale por la friolera de 495 dólares (330 euros al cambio). Todo tuyo, muchacho.
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